En la Amazonía

Al borde de la civilización

Es fácil olvidarse de lo cerca que estás de la civilización cuando estás rodeado de selva virgen en pleno río Napo, el afluente más grande y poderoso del río Amazonas. A La Casa del Suizo puedes llegar cómodamente en automóvil o autobús (con estacionamiento seguro para pasar tus vacaciones sin preocupación alguna) a unas tres horas y media de Quito, seguido de un paseo de 20 minutos en canoa motorizada.

¿Cómo llegar?

Duerme

Nuestras habitaciones y suites

Despierta escuchando el canto de las aves y el lánguido pasar del majestuoso río Napo en una de nuestras 77 habitaciones, cada una con su propia terraza y hamacas para disfrutar, en toda privacidad, la exquisita vista del río y su exuberante selva alrededor. Completamente equipadas con electricidad (y varios tomacorrientes), ventilador de techo y agua caliente las 24 horas, garantizamos la más cómoda estadía.

Relájate

Al ritmo de la Amazonía

La piscina

La palabra «tropical» no solo se aplica a las playas del caribe

Descubre el trópico de la Amazonía disfrutando de la piscina después de un día de aventuras, intercambiando historias con amigos y familiares y observando la puesta del sol y el manto rosado del cielo ​​sobre el río y sus frondosos árboles.

El bar

Deleítate con nuestras bebidas y coctéles

Termina el día con una cerveza artesanal bien helada, un vino blanco o una piña colada en nuestro bar, donde te brindaremos los mejores cocteles en el acogedor salón principal con vista al río. Ten en cuenta que las bebidas no están incluidas.

Degusta

Sabor en cada plato

Disfruta de tus vacaciones llenas de diversión con excelentes platos ecuatorianos e internacionales, incluyendo deliciosas sopas, ensaladas y postres, que forman parte de nuestros coloridos y variados desayunos, almuerzos y cenas. Las opciones vegetarianas y sin gluten también están disponibles en nuestro restaurante abierto con vista a la piscina y al río.

Cómo llegar

Remoto pero accesible

Uno puede llegar a La Casa del Suizo en vehículo particular o en autobús (con un estacionamiento seguro dónde podrás dejar tu vehículo), un viaje que dura alrededor de tres horas desde Quito, seguido de un viaje de 20 minutos en canoa motorizada.

Existen algunas formas de llegar a La Casa del Suizo. Puedes conducir tu propio vehículo o alquilar un vehículo, tomar el transporte público u organizar un traslado privado. Contáctanos

Google Maps

Hay dos rutas que te llevarán a La Casa del Suizo. Si sales de Quito, la ruta más corta es la ruta norte. Si te diriges desde el sur o centro del país, deberás tomar la ruta sur.

La “Ruta Norte”

Esta es la ruta más corta desde Quito a La Casa del Suizo. Ubicado a lo largo de un tramo escénico de la carretera, el viaje te llevará desde las majestuosas tierras altas de la capital hasta la región selvática, pasando por: Papallacta – Baeza – Tena – Ahuano. Esta ruta tiene 220 km de largo, y durante el viaje hay varias oportunidades para tomar fotografías de los verdes valles que se abren en el paisaje, una zona mágica llena de relucientes cascadas.

La “Ruta Sur”

Tomando la «Ruta Sur», el trayecto es más largo, pero pasarás varias ciudades interesantes en la vía: Quito – Ambato – Baños – Puyo – Ahuano. Es una ruta de 360 ​​km y puede tomar hasta 7 horas. Si vienes del sur de Ecuador, esta es la mejor opción. De cualquier manera, el destino final es Punta Ahuano, un pequeño poblado ribereño de la orilla norte del río Napo, donde esperan canoas para llevarte 20 minutos río abajo hasta La Casa del Suizo.

Puedes dejar tu automóvil con seguridad en el estacionamiento de Punta Ahuano sin costo adicional.

Existen varias compañías de transporte público que ofrecen sus servicios hasta Tena desde la estación de Quitumbe, en el sur de Quito. El costo es de aproximadamente 10 USD por persona, una vía, hasta Tena. Desde Tena, tendrás que tomar un bus hasta Puerto Ahuano de 2 USD por persona o tomar un taxi con un costo aproximado de 20 USD la ida.

Servicios

Un escape cómodo en la Amazonía

Personal

Nuestro personal, amable y servicial, forma la columna vertebral de la experiencia en La Casa del Suizo. Siempre disponible para atender cualquier necesidad especial, hay en promedio tres miembros de personal activo por cada dos huéspedes del lodge.

Llegada

Si no cuentas con un modo de transporte propio, estaremos felices de organizar un transfer según tus necesidades, con un guía o solo un conductor, o explicarte como llegar en transporte público.

Comunicaciones

En caso de una emergencia, tanto la telefonía celular como las comunicaciones vía radio están disponibles en La Casa del Suizo. Además, cada uno de nuestros guías mantiene contacto permanente por radio con el lodge durante todas las excursiones y actividades.

Bar

Las bebidas no están incluidas en los programas y puedes pagar tu consumo en efectivo (dólares estadounidenses) o con tarjeta de crédito (Visa, MasterCard o American Express).

Wi-Fi

Conexión a Internet está disponible en las áreas centrales del lodge.

Botas y ponchos

Botas de caucho están disponibles, de forma gratuita, para todos nuestros huéspedes en La Casa del Suizo. Las botas siempre se limpian y desinfectan después del uso.

Agua

Agua potable, purificada y segura para beber está disponible en el bar y en otros puntos del lodge antes de las excursiones; no es necesario traer tu propia agua embotellada.

Electricidad

La Casa del Suizo cuenta con electricidad las 24 horas, provista por un generador, prácticamente inaudible, ubicado lejos del hotel.

Lavandería

La Casa del Suizo ofrece servicio de lavandería (lavado y secado) para nuestros huéspedes. Consulta los costos con nuestro administrador.

La historia de La Casa del Suizo

Todo comenzó con Beni…

¿Alguna vez te has preguntado quién es el suizo de La Casa del Suizo? ¿Y por qué construyó su casa en medio de la selva, en plena Amazonía ecuatoriana?

El suizo es Arnold Ammeter, o Beni, como lo llamamos de cariño, fundador de La Casa del Suizo. Llegó por primera vez a América del Sur (a Chile, para ser precisos) en 1963, y pasó un tiempo comprando oro en la región amazónica. Terminó por comprarse un terreno alrededor del pueblo de Ahuano, a lo largo del río Napo. Acompañado por sus hijas adolescentes, este gran pionero empezó una nueva vida: se transportaba en canoa; la única luz, por la noche, provenía de las estrellas y la luna; y el canto de las aves proporcionaba el entretenimiento. Abrió una tienda y cultivó café y cacao, mientras compraba oro, alimentando siempre el sueño de crear un hotel en esta deslumbrante y remota ubicación. En 1986, Beni dio la bienvenida a sus primeros huéspedes en tres habitaciones: él cocinaba y las chicas ayudaban después de la escuela. En 1994, terminó la construcción del hotel, que para entonces incluía 75 habitaciones, una piscina y un gran restaurante. Ahora es uno de los lodges con mayor experiencia y trayectoria de la región.